He visto el futuro del fitness. Venga en enero, no tendrá que preocuparse por ir al gimnasio, el gimnasio vendrá a usted. O más bien, un simulacro de CGI de una ciudad futurista, en el que lucharás contra robots deshonestos, jadeando esfuerzo y adrenalina.
Por supuesto, si eres fanático de las clases de Zumba y Pilates en la sala del pueblo, puede que no te entusiasme. Sin embargo, si no te gustan los gimnasios o las clases, y no te importa mucho trotar o andar en bicicleta, podría salvarte de la diabetes, enfermedades coronarias y muchos otros problemas relacionados con la obesidad.
Para los no iniciados, la realidad virtual es la simulación generada por computadora de un entorno tridimensional al que se puede acceder usando un auricular con pantallas dentro de la visera y auriculares. El usuario está inmerso en un entorno digital con el que puede interactuar con controladores manuales o guantes equipados con sensores.
Uno de los sistemas tecnológicamente más avanzados, Oculus Rift, proporciona experiencias sensoriales tan absorbentes que deseas involucrarte; el elemento fitness es casi circunstancial. La compañía que lo fabrica – Oculus – fue comprada por Facebook en 2014 por $ 2.3 mil millones. Los usuarios pueden explorar paisajes impresionantes, escalar montañas virtuales, acercarse a cualquier parte del planeta usando el virtual Google Earth o sentarse a bordo de una misión espacial Apollo.
El potencial es enorme: un escritor y jugador con sede en California, Job Stauffer , afirma haber perdido 50 libras en cinco meses en otro sistema de realidad virtual, HTC Vive, jugando a un juego llamado Soundboxing en el que los jugadores golpean objetos que vuelan hacia ellos al ritmo de la música.
En el sótano de una oficina minimalista de planta abierta en Londres, pruebo dos sistemas, usando un monitor cardíaco y Fitbit para medir la frecuencia cardíaca, el nivel de esfuerzo y la quema de calorías. Soy un usuario de gimnasio intensivo de seis días a la semana con un nivel bastante alto de aptitud, así que para agregar resistencia, uso un chaleco con peso de 10 kg y pesas de 1 kg en cada muñeca.
Primero utilizo Samsung VR Gear . El kit se compone de un auricular y un único mando manual de detección de movimiento que maneja las manos virtuales que aparecen cuando se coloca el visor. Puedes agarrar, golpear, disparar y deslizar. La «experiencia» visual se reproduce en un teléfono Samsung Galaxy (no incluido), que hace clic en los auriculares y se conecta a los objetivos, que están posicionados para crear un campo de visión 3D de 360 °. Cuando mueves la cabeza, la pantalla rastrea tu movimiento para que puedas mirar a tu alrededor como lo harías en el mundo real.
Elijo un juego de deportes Challenge, que consiste en la captura de balones de fútbol americano lanzados desde todas las direcciones. Es fácil de jugar e involucra una amplia gama de movimientos corporales. Después de un par de juegos, mi ritmo cardíaco se eleva ligeramente de 56bpm en reposo a alrededor de 65. Se eleva a principios de los 70 cuando agrego pesas y registra mi nivel de esfuerzo en 52 por ciento. Es divertido, si no particularmente desafiante para alguien que hace un entrenamiento regular de alta intensidad.
A continuación, me pongo los auriculares Oculus Rift , que deben conectarse a una PC con una tarjeta gráfica y un procesador decentes. La diferencia entre las dos piezas del kit es pronunciada. Los gráficos son muy superiores, y los dos controladores permiten un rango de interacción mucho más rico e intuitivo. Después de un breve tutorial virtual de un robot flotante, comienzo a jugar a Fruit Ninja y tengo mi epifanía de fitness.
El juego comenzó su vida como una adictiva aplicación de teléfono inteligente en la que los jugadores deslizan la pantalla para cortar frutas flotantes. En VR Fruit Ninja, el jugador se posiciona en un dojo virtual de artes marciales con una espada Samurai en cada mano. La fruta vuela en todas las direcciones mientras tratas de cortarla. Cuanto mas obtienes, más fruta emerge hasta que, en ciertos puntos, se convierte en un torrente y te encuentras totalmente absorto; doblados en ángulos, en cuclillas a los lados, los brazos agitándose furiosamente como un demente.
Con las pesas, pronto noto el esfuerzo y sudo. Mi ritmo cardíaco se eleva a los 90 y mi nivel de esfuerzo alcanza el 72 por ciento (que para mí se clasifica como un nivel de actividad de quema de grasa, en lugar de cardiovascular). Es estúpidamente divertido e increíblemente adictivo. Una sesión de media hora me dejaría exhausto.
Finalmente, estoy inmerso en Robo Recall, un juego ambientado en un paisaje urbano futurista profusamente diseñado en el que las fuerzas de seguridad robot se han vuelto pícaras y el trabajo del jugador es dispararles, golpearlas, luchar contra ellas o arrancarlas de una extremidad a otra. Los gráficos son excelentes, y el juego requiere una gran cantidad de movimientos físicos. Duck and dive, twist and turn: cuanto más te mueves, mejor es la experiencia. La historia te obliga a mantenerte dentro de la experiencia y el elemento de amenaza también ayuda a elevar los niveles de adrenalina y la frecuencia cardíaca.
Ninguno de los juegos que he jugado son desarrollados específicamente para ayudar a la gente a ponerse en forma, pero después de 107 minutos de actividad de parada y arranque, queme 401 calorías y la frecuencia cardíaca media de 76 latidos por minuto.
El día después de mi experimento de RV, fui a mi gimnasio normal y se lo mencioné a un amigo, entrenador físico, que suspiró y lamentó que muchos en la industria estén preocupados por ser reemplazados. Ya hay signos. La compañía suiza Holodia construye mundos de realidad virtual para gimnasios que los jugadores pueden disfrutar al mismo tiempo que usan bicicletas o máquinas de remo.
Y alrededor de 200 gimnasios en todo el mundo ahora usan la máquina Icaros de cuerpo completo controlada por giroscopio, que los usuarios manejan a través de un paisaje virtual utilizando la fuerza del núcleo. Lamentablemente, al igual que con toda la tecnología disruptiva, inevitablemente habrá algún jobletting humano. Pero la mayoría de los gimnasios tienen exceso de personal con entrenadores preening de todos modos.
VR tiene mucho camino por recorrer. Hay limitaciones y consideraciones de seguridad. Si comienza a moverse en el espacio virtual, es fácil tropezarse con objetos del mundo real y no es seguro ni aconsejable usar audífonos VR en el exterior. Pero estos son problemas que se superarán. Lo más probable es que la realidad virtual se convierta en una actividad adictiva de puerta de enlace para convencer a una determinada sección de la población de la pereza; un Wii Fit con esteroides. Las personas que disfrutan de los gimnasios y las actividades físicas seguirán ejercitándose en el mundo real, pero en una cinta de correr los gráficos no son tan buenos, y lamentablemente, no hay robots deshonestos a la vista.
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Nick Harding. (10/01/2018 ). Forget the gym – could VR be the future of fitness? [Mensaje en un blog]. Recuperado de http://www.telegraph.co.uk/health-fitness/body/forget-gym-could-vr-future-fitness/
